miércoles, 9 de marzo de 2011

first day of my life



Cada poro de su piel era como cada una de las estrellas del cielo y yo viajaba de estrella en estrella al acabar el dia e iba conociendo ese pequeño universo. Me sumergia en él por la noche y amanecía con el reflejo del sol en su piel, que la hacía aún más hermosa. Cada caricia me decía un mensaje. Las había de buenas noches, de buenos días y tambien a veces me susurraban sus deditos cerca de la oreja un tequiero, tequieros silenciosos que se quedaban clavados para siempre, más fuerte que un grito. Yo les llamaba te quieros a fuego lento...

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